La comisión Europea calcula que la reaparición de los controles fronterizos, supondrían un coste total a nivel europeo de 7.500 millones de euros adicionales al año.
Así lo ha señalado Violeta Bulc, comisaria europea de transportes, en un debate organizado por el Grupo Liberal Parlamentario Europeo. Entre otras cuestiones, durante el encuentro se ha puesto de manifiesto la falta de coordinación entre los países miembros en este ámbito.
Sólo para el sector del transporte por carretera, el coste adicional llegaría a los 3.400 millones de euros, y siendo optimistas, de hecho, durante el debate, la Unión Internacional del Transporte por Carretera elevó la cifra a 5.000 millones.
Desde la asociación, han indicado que los controles en Balcanes y en Francia están provocando ya filas de camiones en las fronteras, mientras que algunos transportistas comienzan a negarse a aceptar cargas con destino diversos países, especialmente a Reino Unido.
Las cuentas desde la Unión Europea, estiman que las empresas de transporte españolas pagarían más de 200 millones de euros de coste adicional. Otros países como Países Bajos o Alemania incrementarían el gasto en más de 500 millones.
Las administraciones nacionales también sufrirán gastos extras de entre 600 y 5.800 millones de euros, por el coste del personal destinado a los diferentes controles fronterizos.
Para la Comisión, los controles temporales en las fronteras interiores deben constituir una medida excepcional y proporcionada, con el fin de regresar a una situación normal lo antes posible.