El Consejo de Ministros del pasado viernes aprobó catalogar las empresas operadoras de transporte por carretera según una clasificación de riesgos baja, media o alta. Según ha anunciado el Gobierno, para establecer esta clasificación en las empresas, se tendrán en cuenta factores como el número y la gravedad de las deficiencias detectadas en los vehículos durante las inspecciones técnicas llevadas a cabo.
El objetivo de esta medida es controlar mejor y con mayor frecuencia a los vehículos de las empresas con un mal historial y clasificadas con un riesgo alto. Y es que, según apuntan los últimos datos, actualmente unos cinco millones de vehículos matriculados en España se enmarcan dentro de esta categoría.
Las inspecciones técnicas llevadas a cabo tanto en las estaciones ITV como en las unidades móviles servirán para determinar el nivel de riego del vehículo teniendo en cuenta aspectos como la seguridad de los frenos, neumáticos, ruedas, chasis y emisiones contaminantes del mismo.
De este modo, las deficiencias que se detecten en estas inspecciones técnicas se clasificaran en tres niveles:
Leves: no tienen un efecto significativo en la seguridad del vehículo, ni tampoco impacto en el medio ambiente
Graves: pueden perjudicar la seguridad del vehículo, pueden tener un impacto en el medio ambiente o pueden poner en peligro a otros usuarios de la carretera
Peligrosas: crean un riesgo inmediato y directo para la seguridad vial o tienen un impacto en el medio ambiente.
Asimismo, los vehículos cuyas deficiencias afecten de manera grave o supongan un riesgo para la seguridad de los demás vehículos serán inmovilizados o desplazados a un taller cercano para su reparación, bien por medios propios o ajenos.
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