La logística ha vuelto a demostrar que es en estos momentos un valor seguro, como inversión y por su imparable desarrollo.
El mejor ejemplo es la inauguración ayer de la mayor nave logística desarrollada a riesgo en España, un proyecto emprendido por el operador inmologístico Mountpark, que ha encontrado finalmente acomodo en la estrategia logística del operador Carreras.
Hablamos de un proyecto desarrollado sobre una parcela de más de 140.000 metros cuadrados con 85.624 metros cuadrados de nave, es decir, un tipo de plataforma XXL cuya inversión y condicionantes suele implicar un desarrollo llave en mano, si bien, dadas las condiciones del mercado, Mountpark decidió desarrollar a riesgo para su posterior alquiler.
Dicho alquiler “muy elevado”, subrayó ayer en el acto con ironía el CEO de Carreras, Fernando Carreras, se materializó en apenas 1 mes, tal y como subrayó John Derweduwe, Director de Mountpark para España y Portugal, lo que muestra la solidez del mercado logístico español.
Carreras va a integrar esta nueva plataforma en su red de 46 centros y 500.000 metros cuadrados de instalaciones, dentro de una ubicación, la localidad toledana de Illescas y la Plataforma Central Iberum, que, de la mano del corredor de la carretera de Andalucía, aspira a convertirse en el nuevo gran corredor logístico de la zona centro, tal y como anunció ayer el alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, que presidió el acto junto al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien puso en valor la importancia del sector logístico y de las inversiones productivas y sostenibles para generar empleo.
El inaugurado ayer es el segundo gran proyecto desarrollado por Mountpark en Plataforma Central Iberum, tras el proyecto de 44.000 metros cuadrados inaugurado en 2019 para XPO Logistics y su cliente H&M.
La plataforma se ha desarrollado sobre una parcela de más de 140.000 metros cuadrados.
El mes de abril ha devuelto al sector de la logística a la senda del crecimiento. A pesar del impacto de la tercera ola del COVID-19 sobre el empleo, que ha disparado los EREs en diversos sectores, la afiliación a la Seguridad Social del sector de la logística durante el pasado mes ha alcanzado las 930.255 personas, con un aumento de 4.195 con respecto a marzo, equivalente a un 0,4 por ciento.
A raíz de ello, la logística pasa a consolidarse como el generador del 5 por ciento del empleo total de la economía. De este modo, el nivel de afiliación, que ya en el mes anterior se había mantenido estable, vuelve a registrar un resultado positivo que, si se compara con el mismo mes del año anterior, confirma una dinámica alzista, teniendo en cuenta la circunstancia que abril de 2020 registró con el impacto directo sobre el empleo del confinamiento de la economía.
En términos de comparación interanual, y para datos globales del sector, la buena noticia es que en abril se supera el nivel de afiliación del mismo mes en 2020, en 32.592 personas, un 3,6 por ciento.
El empleo autónomo se estabiliza
Del total de afiliados del sector, un total de 715.512 pertenecen al Régimen general y otros 214.743 al de autónomos de la seguridad social. Esta distinción es relevante, porque con estos datos, en el primer caso, se produjo en abril un aumento del 0,56 por ciento con respecto a marzo en tanto que, en el caso concreto del empleo autónomo, el crecimiento ha sido inferior, un 0,1 por ciento, de una práctica estabilidad.
La afiliación al Régimen general, en comparación interanual, aumentó en 22.180 personas, un 3,2 por ciento. Por lo que respecta a los autónomos, la cifra se incrementó en 10.412 personas, equivalente a un 5,1 por ciento. Los autónomos del sector suponen el 6,5 por ciento del total nacional.
Por actividad
De las actividades integrantes del sector, el transporte terrestre, que concentra el 64 por ciento del empleo, tuvo un mal ejercicio en abril con un descenso del 0,12 por ciento respecto a marzo, mientras que, en tasa interanual, aumentó un 3,18 por ciento, si bien el empleo autónomo cambió de signo y creció algo menos, un 1,1 por ciento.
La siguiente actividad por volumen de empleo, Almacenamiento y actividades conexas, que supone el 22 por ciento de total, creció un 1,44 por ciento respecto a marzo, pero en tasa anual, registró un 3,1 por ciento gracias al fuerte incremento registrado por el empleo autónomo, 5,5 por ciento, más.
De nuevo, la actividad con mayor descenso del empleo en términos anuales fue el Transporte aéreo, acusando los efectos de la crisis, un -10,07 por ciento, si bien en este mes de marzo creció un 1 por ciento respecto al mes de marzo, en tanto que las Actividades postales y de correos experimentaron un crecimiento anual acumulado del 14,29 por ciento, con un crecimiento respecto a marzo de un 3,3 por ciento.
El empleo autónomo mantiene un importante aumento del empleo alcanzando el 32,7 por ciento.
La situación de los ERTEs
Según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social el número de ERTES en el sector de la Logística y el Transporte en el mes de abril alcanzó un total de 7.502 (122 menos que en marzo) que afectaron a un total de 39.570 trabajadores con una disminución en ambos casos de un 5 por ciento.
De estos trabajadores, 26.175 son hombres y 13.395 mujeres.
El transporte terrestre se mantiene como la actividad más afectada por los ERTES y también el que mantiene un mayor número de trabajadores en situación de regulación de empleo: suma en abril 14.455. Le sigue transporte aéreo, con 14.127 trabajadores en ERTE.
Por último, almacenamiento y actividades conexas al transporte registra 9.531 trabajadores, y en este caso, el descenso es de un 11,2 por ciento. En conjunto Transporte y Logística con 39.570 trabajadores afectados representa el 6,2 por ciento del total de trabajadores en ERTE en el conjunto de la economía.
La opinión de los expertos
Según Gabino Diego CEO de Foro de Logística, “el empleo en la Logística y el Transporte está dando muestras de un mayor dinamismo que el conjunto de la economía, y que los niveles de empleo existentes antes del confinamiento y la pandemia del COVID-19 ya se han alcanzado, pese a que la crisis está ahí y no conviene olvidarse de la misma. Una vez más, el dato positivo del empleo en el sector viene de la mano de los autónomos, que están aprovechando las oportunidades de emprender que se abren en este sector. Una clara apuesta por el talento y la cualificación que es un rasgo cada vez más evidente del Transporte y Logística en España”.
“Por ello, somos optimistas con el empleo autónomo porque está ayudando a recuperar los niveles de empleo anteriores a la crisis del COVID-19 con más rapidez que en el resto de la economía, y en ese sentido, hay empresas que están haciendo esfuerzos en digitalización y cualificación para afrontar con los recursos humanos adecuados, los retos de un escenario complejo y lleno de incertidumbres”.
Por su interés, reproducimos la noticia publicada en el El Vigía por Xavier Gual.
Cuando a principios de diciembre los médicos de Wuhan descubrieron un virus de procedencia animal que había acabado con la vida de varios trabajadores de un mercado de la ciudad, pocos sospechaban que unos meses después iba a desencadenar el mayor colapso económico y social del planeta desde la Segunda Guerra Mundial. Y que en España, al otro lado del mundo, el número de muertos superaría ya los 15.000, con más de 150.000 contagios y millones de personas confinadas en sus casas. En apenas diez semanas, el coronavirus se ha extendido a más de 200 países, dejando tras de sí un reguero de muerte y desolación.
La cadena logística se enfrenta al mayor desafío de su historia, al menos de su historia reciente. Con los centros de producción diezmados por la pandemia, el reto es, en primer lugar, abastecer a la población de los productos esenciales para el mantenimiento de la vida. Asegurado este, los esfuerzos deberán centrarse (en algún momento todavía por determinar) en proporcionar al tejido productivo los suministros necesarios para resetear la actividad económica, minimizando los daños, especialmente sobre el empleo, y recuperando una cierta normalidad a la mayor brevedad posible.
A finales de enero, el virus hace su aparición en Italia. El 31 de ese mes se detecta el primer caso en España, en La Gomera, y dos semanas después, el 13 de febrero, tiene lugar el primer fallecimiento, en València. En paralelo, el empeoramiento de la situación en China, con buena parte del país confinado tras la celebración del Año Lunar, así como el estrangulamiento de las líneas de aprovisionamiento que conectan Europa con el gigante asiático, ya hacen temer lo peor.
El real decreto 463/2020, por el que se declara el estado de alarma, somete a España a las condiciones de una economía propia de un país en guerra
En la segunda mitad de febrero, la alarma se extiende a a una velocidad exponencial. La estiba ya reflejaba por entonces una caída del 30% de la actividad, según datos de Anesco. En marzo, los acontecimientos se precipitan. La OMS eleva la amenaza sanitaria de epidemia a pandemia y el 14 de marzo Pedro Sánchez decreta el estado de alarma ante el riesgo de colapso del sistema de salud. El real decreto 463/2020 somete a España a las condiciones de una economía propia de un país en guerra. El ministro de Sanidad adquiere plenos poderes para “asegurar el abastecimiento de productos necesarios para la protección de la salud pública”. En materia de transportes, el ministro José Luis Ábalos “queda habilitado para dictar los actos y disposiciones que sean necesarios para establecer condiciones a los servicios de movilidad, ordinarios o extraordinarios, en orden a la protección de personas, bienes y lugares”. El Gobierno da prioridad al abastecimiento de alimentos y garantiza el tránsito aduanero en los puntos de inspección fronteriza de puertos y aeropuertos, priorizando los productos de primera necesidad.
Primeras voces críticas
Una de las organizaciones más críticas con la actitud inicial de España ante la crisis es Astic. Para Ramón Valdivia, su director general, “resulta preocupante la falta de planificación del Gobierno, sobre todo la ausencia de comunicación con un sector que está entre los más afectados”. Aunque el sector experimenta un incremento en la demanda en la semana previa al estado de alarma, desde entonces el ritmo de caída no ha hecho más que acelerarse.
“Es mucho más eficiente ayudar a que no cierren estas empresas, para que estén listas cuando vuelva la actividad, que no paliar los efectos de la caída. Conductores y camiones han de estar ahí, listos para rendir cuando el primer atisbo de recuperación aparezca”
Al descenso de actividad, se añaden los problemas que sufren los transportistas en las fronteras interiores de la UE, con colas de decenas de kilómetros. Lo que más preocupa a Astic es salvaguardar la operatividad del transporte por carretera “para que pueda volver a estar disponible en el mismo día del final de esta crisis, sea cuando sea”. Para ello, la entidad que preside Marcos Basante propone al Gobierno reducciones de las cotizaciones sociales, aplazamientos del pago de impuestos y créditos blandos para evitar expedientes de regulación de empleo, más onerosos y lentos, o estrangulamientos de liquidez que pongan en riesgo la continuidad de las empresas. “Es mucho más eficiente ayudar ahora a que no cierren estas empresas, para que estén listas cuando vuelva la actividad, que no paliar los efectos de la caída. Los conductores y los camiones han de estar ahí, listos para rendir cuando el primer atisbo de recuperación aparezca”, explica Basante.
Tras la declaración del estado de alarma, el Gobierno aprueba tres decretos leyes (8/2020, 10/2020 y 11/2020, publicados en el BOE el 18 y 29 de marzo y 1 de abril, respectivamente) con medidas urgentes para hacer frente al impacto económico y social del Covid-19. En el capítulo de ayudas, el artículo 17 del decreto 8/2020 establece una prestación extraordinaria por cese de actividad para los afectados, sean empleados o autónomos, con carácter excepcional y vigencia limitada a un mes.
En principio, la medida deja fuera al transporte de mercancías, por tratarse de un servicio esencial, no obligado a cesar la actividad. Más tarde, en el RD 10/2020, el Gobierno crea la figura del permiso retribuido recuperable, al que no pueden acogerse los autónomos, ya que este se destina exclusivamente a trabajadores por cuenta ajena, y siempre de empresas que no presten servicios esenciales. En consecuencia, la Administración dejaba en el limbo a miles de transportistas autónomos, incluso a quienes se veían en la necesidad de parar los camiones porque sus clientes, industrias, comercios o empresas de servicios no esenciales, habían cesado en la actividad.
El real decreto 10/2020 deja en el limbo a miles de transportistas autónomos, que no pueden beneficiarse del permiso retribuido recuperable establecido por el Gobierno
No es hasta la siguiente reunión del Consejo de Ministros, con el real decreto 11/2020, que se establecen ayudas a las que sí pueden acogerse empresas y autónomos del transporte. Concretamente, el Gobierno acuerda una moratoria de seis meses en las cotizaciones sociales a la Seguridad Social sin intereses, así como el aplazamiento del pago de deudas a la Tesorería General, para todos aquellos que mantengan la actividad tras el estado de alarma. En el caso de los transportistas por cuenta propia que hayan cesado en el negocio y pasen a percibir la prestación dispuesta en el RD 8/2020, podrán abonar las cotizaciones sociales de los días trabajados de marzo fuera de plazo sin recargo alguno.
Por otro lado, se establecen otras medidas paliativas, como la suspensión del pago de facturas de electricidad o gas y la posibilidad de cancelar o modificar los contratos de suministro. Para la Asociación de Transportistas Autónomos, el plan no cubre las expectativas del colectivo. Su presidente, Lorenzo Amor, acusa al Gobierno de “seguir improvisando” y le echa en cara que el decreto llega con 15 días de retraso y tras la celebración de hasta seis consejos de ministros.
También la gran patronal del sector, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), cuestiona la gestión del Ejecutivo. “Una vez que se haya acabado esta pandemia, las economías de toda Europa necesitarán que las empresas de transporte reanuden las operaciones de inmediato para apoyar la recuperación. Por eso nuestro Gobierno debe dar a estas empresas un apoyo prioritario, porque sin él serán muy pocos los transportistas por carretera que puedan permanecer operativos. No será posible salir de la crisis económica que seguirá a la del coronavirus sin un transporte de mercancías eficaz y solvente”, advierte su presidente, Ovidio De la Roza.
Protección del transportista
Desde el mismo momento en que se decreta el estado de alarma, el objetivo de la Administración es blindar el transporte de mercancías, en contraste con el de pasajeros, que sufre una sucesión de restricciones sin precedentes. El transportista pasa a ser considerado un profesional esencial para el sostenimiento de las actividades básicas y el abastecimiento de la población, asegurado por una flota de más de 200.000 camiones. El ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dispone un conjunto de medidas destinadas a facilitar su trabajo y agilizar el movimiento de mercancías a lo largo y ancho de la geografía española.
Ante las retenciones kilométricas en las fronteras interiores de la UE, la Comisión ha instado a los gobiernos a implantar corredores verdes, carriles rápidos para el transporte de mercancías básicas, por el momento con poco éxito
En primer lugar, se relaja la normativa sobre tiempos de conducción y descanso para permitir que el conductor profesional alargue sus jornadas de trabajo y pueda realizar su descanso semanal en la cabina del vehículo, algo que contraviene la legislación vigente. En segundo lugar, y ante las quejas de los transportistas por las pésimas condiciones en las que se ven obligados a trabajar, con la mayoría de restaurantes y hoteles cerrados por la pandemia, el departamento que dirige José Luis Ábalos establece servicios esenciales en más de 300 alojamientos turísticos y otras tantas áreas de servicio y gasolineras repartidos por la red viaria principal. Estos establecimientos deberán proporcionar aseo y comida a los transportistas. En caso contrario, serán sancionados.
La falta de EPI’s (equipos de protección individual, como mascarillas, guantes, gafas y geles desinfectantes) es otro de los caballos de batalla del sector. Las principales asociaciones de la carretera, como Fenadismer, los reclaman con insistencia, pero el ministerio de Sanidad está desbordado por la situación. Los más de cuatro millones de mascarillas prometidas por las autoridades no llegan hasta la segunda semana de abril y el riesgo de contagio complica la operativa. En los muelles de carga y descarga se limitan los contactos entre transportistas y cargadores para reducir al mínimo las posibilidades de infección. De nuevo, surge la vieja polémica sobre el papel del transportista en las operaciones de carga y descarga del camión. Los primeros se oponen, ahora con mayor motivo, a una práctica que se ha extendido en los últimos tiempos.
La patronal logística UNO y los sindicatos CCOO y UGT lanzan un protocolo de actuación ante el coronavirus. Miles de repartidores siguen realizando su labor diaria sin equipos de protección, lo que obliga a extremar las medidas de precaución. En las fronteras, los controles sanitarios impuestos por los estados, que deben superar también los transportistas, suponen otro problema. Austria ha sido de los primeros en ponerlos en marcha para los conductores procedentes de Italia. Ante las retenciones kilométricas denunciadas por organizaciones como la World Road Transport Organisation (IRU), la Comisión Europea ha instado a los gobiernos a implantar los denominados corredores verdes, carriles rápidos para el transporte de mercancías de primera necesidad. Un llamamiento que, por el momento, está teniendo poco éxito.
La crisis sanitaria originada por el coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de la cadena de suministro de alimentación en España. Además del merecido aplauso que reciben diariamente los sanitarios, hay que reconocer la labor de un sector que no ha cesado su actividad para que no falte de nada en estos duros días de confinamiento.
Miles de personas anónimas trabajan cada día para garantizar que el abastecimiento continúe y no falte comida en los hogares. Así informa el portal especializado en logística y transporte, Loginews, acerca de las medidas que están tomando los participantes en la cadena de suministro.
Con la llegada del estado de alarma muchas personas temieron lo peor y las imágenes de supermercados abarrotados de gente llenando los carros de la compra se sucedieron. El Gobierno y los propios supermercados pidieron calma y tranquilidad y han asegurado que no habrá problemas de abastecimiento ni faltas de producto por las medidas tomadas para frenar el coronavirus.
Pese a las dificultades, todos los participantes en la cadena de suministro han arrimado el hombro para salir adelante. Así pues, las organizaciones agrarias han suspendido todas sus protestas por la difícil situación que atraviesa el campo. En un comunicado informaron de que “ahora es el momento de ser prudentes y responsables, por lo que hay que poner fin a las movilizaciones”.
A los agricultores hay que sumar los puertos españoles, que mantienen viva la actividad logística y continúan con sus labores de carga y descarga de mercancías. El peso de los puertos en la cadena de distribución de mercancías es vital, pues el 85% de las importaciones se realizan por vía marítima. Así, por ejemplo, el puerto de Málaga recibirá hasta el 30 de marzo un total de 12 buques, que arrojará un movimiento de 92.500 toneladas de producto.
Ante esta situación, las plataformas tecnológicas de los puertos están ganando mucho peso. Desde Valenciaport, la Autoridad Portuaria de València, ha informado de que los tráficos de productos de alimentación e higiene crecieron hasta un 40% respecto a los mismos periodos que en 2019.
Por su parte, las empresas de transporte, logística y transitarias siguen operando para que la cadena de suministro no pare. Es el caso de Carreras Grupo Logístico, que mantiene operativos sus más de 46 centros en España, Portugal, Francia y resto de Europa. Desde la compañía aseguran que están “entregando diariamente más de veinte millones de kilos de alimentos en los principales centros de distribución”. La empresa además ha realizado donaciones a la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza, al tiempo que pone a disposición de las autoridades todos sus medios y operaciones para garantizar el suministro de bienes básicos a la población.
Y también las empresas de distribución alimentaria están operando sus plataformas y tiendas, a pesar de estas difíciles circunstancias. Y están dando muestras de solidaridad con la sanidad mediante donaciones y otras iniciativas. Carrefour ha donado ropa de cama para el hospital improvisado montado en IFEMA; Mercadona ha intensificado sus donaciones de productos alimentarios a los Bancos de Alimentos para que no le falte de nada a las personas más necesitadas y Aneccop ha donado 7.500 kilos de fruta a instituciones benéficas de Valencia, Castellón, Alicante, Murcia y Almería.
Desde hace unos días ha comenzado el periodo de rebajas de invierno en la mayoría de comunidades autónomas españolas. Se trata de un periodo vinculado fundamentalmente al gran consumo y que, año tras año, supone la creación de un importante número de contratos en distintos sectores. Leer más
De la mano del comercio online, el sector de la logística y el transporte se posiciona como uno de los sectores que genera más empleo y mayor proyección de futuro tiene en España. “El empleo en esta rama crecerá un 8% en el último trimestre del año”, según se recoge en el último informe de ManPowerGroup sobre las perspectivas de contratación.
Recientemente se ha presentado el ‘Informe sobre Tendencias Empleo y Gestión del Talento en el sector de la Logística’, que tiene por objetivo identificar tendencias y prácticas del sector logístico en materia de desarrollo de recursos humanos y gestión del talento.
Representantes del sector postal se han reunido en Bruselas en un encuentro organizado por el Grupo de Reguladores Europeo para los Servicios Postales, ERGP, y la Comisión Europea, para tratar los últimos cambios por los que está atravesando el sector por el crecimiento del comercio electrónico y analizar la nueva regulación en este campo.
Los programas de aceleración de startups ya no se ciñen solo al sector tecnológico, también se están extendiendo a campos como el de la logística. El último ejemplo es el programa ‘eDelivery Accelerator’ que se está desarrollando en la Zona Franca de Barcelona y que está dirigido a startups innovadoras en el sector logístico con proyectos tanto de B2B y B2C y tiene una duración de 22 semanas.
Son seis startups españolas las que participarán de un total de nueve que forma el ‘eDelivery Accelerator’, ellas son Freightalia, Gantabi, Revoolt Smart Solutions, SmartMonkey.IO, Tridenia, Outvio, Unmanned Life, Manzaning y Chaingo Tech. Todas ellas se encuentran desarrollando proyectos innovadores en este sector logístico introduciendo elementos como el Big Data, Business Intelligence, Internet of Things o la Inteligencia artificial en el proceso.
A través del programa mejorarán la habilidad de llevar a cabo iniciativas de negocio y empezar nuevos proyectos innovadores, así como proveer las herramientas necesarias para identificar, desarrollar y crear oportunidades de mercado.
La metodología del programa está dividida en tres partes: la de training, corporate e Investors. En eDelivery Accelerator se validará el modelo de negocio de las startups para verificar su escalabilidad, se plantearán estrategias de internacionalización, se conectará con corporaciones para que puedan validar sus propuestas de valor, se preparará y se conectará con Fondos de Capital Riesgo para invertir en las empresas.
Pere Navarro, Delegado Especial de Estado del Consorcio de la Zona Franca ha puesto en valor este proyecto que se realiza “en un espacio dedicado a la educación y en relación con el mundo económico, pero a la vez desde un punto de vista social de mejora del entorno”, en la línea en que trabaja el Consorcio de “promocionar aquellas actividades que suponen una mejora de la vida de las personas, y vamos a seguir colaborando y potenciando este tipo de experiencias”.
El sector logístico atraviesa transformaciones constantes e introduciendo nuevas soluciones tecnológicas como la llamada LOGICOM 4.0 que mejora la trazabilidad y ahorra costes en la cadena de suministro.
A pesar de las desastrosas cifras que ha dejado tras de sí el verano en España en lo que a empleo se refiere, la logística y el transporte son los sectores en los que según Cdecomunicaciónmás empleo se está creando debido al ritmo específico en el que se mueven y a la expansión del e-commerce.
En total se han llegado a destruir más de 300.000 empleos sólo el pasado 31 de agosto, el peor dato registrado desde 2008, sin embargo la logística y transporte sigue creciendo y consolidándose, lo que se traduce en más de 900.000 personas en toda España en estos dos sectores que arrojan un crecimiento del 2% anual.
La preparación de los productos que se comercializarán en otoño e invierno y el aprovisionamiento para campañas tan importantes como la de Navidad, hace que el final del verano no afecte en absoluto a la cadena de transporte, la cual ve cómo aumenta el volumen de trabajo ante unos canales online que pueden llegar hasta saturarse.
Es por los picos de consumo y por las nuevas tendencias que añaden fechas de gran volumen de ventas como por ejemplo el Black Friday, que se hace necesario incrementar las contrataciones de trabajadores en algunos ámbitos productivos.
De hecho, la compañía de recursos humanos Adecco, prevé que de cara a este mes de septiembre y el próximo de octubre siga generándose empleo y las ventas crecientes del comercio electrónico requieran un mayor número de profesionales dedicados a preparar pedidos y entregar las mercancías en puestos que van desde empaquetadores hasta carretilleros pasando por conductores.