La Dirección General de Tráfico (DGT) ha repartido ya más de cuatro millones de distintivos ambientales que han recibido los titulares de vehículos en sus hogares. Estos distintivos catalogan los vehículos en función de su potencial contaminante.
De este modo, la clasificación está basada exclusivamente en criterios marcados por la UE y tiene su origen en el Plan Nacional de Calidad del Aire 2013-2016. Según este plan, el tráfico rodado es una fuente importante de emisiones en las grandes ciudades, por lo que propone la clasificación de los vehículos en función de su potencial contaminante. En este aspecto, diversos países de la Unión Europea también han puesto en marcha iniciativas similares para el etiquetado de vehículos.
En el caso de España, los trabajos para establecer los criterios de esta clasificación se han llevado a cabo desde la DGT y con la colaboración de organismos como el Ayuntamiento de Madrid, el Ayuntamiento de Barcelona, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.
Así, estos distintivos también sirven para que las administraciones puedan aplicar medidas de estímulo positivo que consideren oportunas de cara a conseguir una movilidad más sostenible.
Cabe recordar que, aunque la colocación de este distintivo en el vehículo es completamente voluntaria, cada administración puede establecer la obligatoriedad que considere adecuada para conseguir una movilidad más sostenible. Respecto a esto, la DGT recomienda su colocación en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero, para facilitar la rápida identificación visual de los vehículos.
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