En el VI Congreso de Distribución Urbana, organizado por la Asociación de Empresas de Gran Consumo y celebrado en Barcelona, las empresas del Gran Consumo, las administraciones públicas y las compañías de transporte que se dieron cita en el evento, coincidieron en la necesidad prioritaria de intensificar la colaboración público-privada para mejorar el reparto de mercancías en los entornos urbanos en términos de competitividad, calidad de servicio, sostenibilidad medioambiental y calidad de vida de los ciudadanos.
Con el auge del comercio y distribución online, los agentes privados esperan y reclaman obtener más peso en la toma de decisiones y una mayor colaboración con los ayuntamientos.
Del mismo modo, la unificación de las normativas municipales que afectan a la distribución urbana de mercancías es una necesidad que comparten todos los transportistas. En este sentido, Pere Padrosa, director general de transportes y movilidad del gobierno catalán, remarcó que “los retos de la distribución urbana son municipales pero superan el ámbito técnico local”.
Muchos de los proyectos llevados a cabo por ciudades de nuestro país fueron presentados en este congreso. En Madrid, el área de prioridad residencial regula la circulación de vehículos en ciertas zonas de la ciudad e impulsa el uso de un transporte más sostenible en el reparto de mercancías, mientras que en Barcelona el ayuntamiento está desarrollando las áreas de carga y descarga y los centros micrologísticos. Así como de ciudades como Londres y Roma, donde a partir del 1 de julio los vehículos de mercancías propulsados con gasóleo no podrán circular por el centro histórico, fueron presentados en este congreso.
El proyecto CityLogin, presentado en el congreso, nace con el objetivo de solucionar estas limitaciones, mediante el uso de vehículos eléctricos con una red de almacenes urbanos situados a menos de dos kilómetros de la zona del centro.
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