Hace un par de años, el grupo logístico Carreras daba a conocer su intención de ampliar su catálogo de servicios. Si hasta ese momento se había consolidado como uno de los grandes operadores del sector logístico a temperatura ambiente, el grupo zaragozano se decidió a dar el paso hacia la temperatura controlada, aprovechando su amplio know-how y su extensa cartera de clientes de gran consumo.
Desde entonces, ha ido habilitando una parte de sus plataformas al trabajo con alimentos refrigerados, así como incorporando a su flota vehículos frigoríficos. A día de hoy, las 46 plataformas que explota -y que suman una superficie conjunta de más de 600.000 m2- ya disponen de cámaras refrigeradas en dos rangos: de 14º a 18ºC y de 2º a 12ºC. En los casos de almacenes de cross-docking, se trabaja con cámaras reducidas que se emplean en el tránsito de mercancías, pero no hacen estocaje.
Por su parte, la flota frigorífica se aproxima ya al millar de vehículos, 350 de titularidad propia (200 son camiones de reparto y 150 son de arrastre) y el resto, contratados. El rango de mercancía congelada, que necesita temperaturas inferiores, no es actualmente un punto estratégico en el desarrollo de Carreras, que ha preferido centrarse en la temperatura positiva.
150 M por servicios de frío
Gracias a todo ello, la compañía logística ha conseguido posicionarse en poco tiempo entre los principales operadores que trabajan con temperatura refrigerada y ha colocado esta línea de negocio complementaria como una pata fundamental de su desarrollo. Así, de los 350 M€ que el grupo Carreras facturó en el año 2022, alrededor de 150 M ya correspondieron a ingresos por logística de frío. En esta misma línea, se espera unas ventas consolidadas de 360 M€ para este 2023, de los cuales 155 M provendrán de su operativa en refrigerados. “Estamos reforzando nuestra oferta de servicios a temperatura refrigeradas (de 2 a 12 grados), incorporando tanto recursos propios como colaboradores para ofrecer una solución de calidad en este rango en toda España y Portugal, y tanto de logística integral como de paletería”, explican desde la compañía.
Y todo ello en un ejercicio complicado en el que el sector ha debido hacer frente a la subida del precio de la electricidad y del combustible, y adaptar sus tarifas a la nueva coyuntura. “Hemos tenido que trasladar parte de estos sobrecostes al mercado, aunque éste tampoco puede asimilar el impacto completo”. Todo ello ha hecho que desde la zaragozana se haya apostado por reforzar la capacidad de producción de energía fotovoltaica de sus centros, así como en la mejora de los procesos de rendimiento energético y en la construcción de almacenes verdes. Además, también se ha invertido en la formación de sus conductores con el objetivo de garantizar una conducción eficiente y que, por tanto, genere el menor impacto posible en el entorno sobre el que actúa.